miércoles, 25 de marzo de 2015

A la Noche (II)


Este es un poema que dedico a la parte del día que más me gusta: la noche, siempre cargada de ese aire de descubrimiento que invita a lo desconocido



A la Noche (II)

A esa dama de negro vestido
con estos versos quiero honrar
aquella que cada ocaso sin falta
visita a la durmiente humanidad

Cuando ella está alegre 
ataviada llega de diamantes
cual soberana imperial,
desplegándose imponente 

Con su manto cubre en la oscuridad
dando refugio a criminales y amantes por igual
siendo omnipresente testigo
de aquellos que buscan su abrigo

Sin duda mágica es su presencia
al espectros y fantasmas despertar
para ellos sus lamentos desahogar
rogando por una indulgencia

Pero también color festivo posee
al admitir bajo su capa
celebraciones y banquetes
al tiempo con los que descansan

Su llegada regocija a los soñadores
explayando fantasías sin par
dando de ese exquisito manjar
que a la humanidad llena de ilusiones

Siempre en cada ocaso, al despertar
es la llave de los fallecidos
abriéndoles un sombrío portal
a su descanso merecido

En ella siempre se tendrá
un momento para callar
para en reflexiones divagar
en su silencio sepulcral

Cuando de violeta se desdibuja el cielo
la dama comprende sin vacilar
que su tiempo está ya completo
y al alba su lugar debe dejar

Te espero cada día sin falta
opaca soberana de eterno retornar
para siempre tu rostro apreciar
y así contigo volver a soñar.

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